La última semana fue en el servicio de cirugía. Casos de envenenamientos por suicidio, pobreza realmente extrema, malos tratos, esquizofrenia, etc. he podido ver ahí.
Los médicos se esfuerzan en explicarte la realidad del hospital y de la ciudad; se esmeran en enseñar y acá se tiene la teoría de que de todo lo que se vea, por duro que sea, por diferente que que resulte respecto a tu carrera, se aprende. Tan así es que uno de los cirujanos me invitó a una operación; operación que observé, en la me emocioné y, por qué no decirlo, me mareé.
Yo también soy de esas personas que se ofrecen a todo ya que, como piensan los peruanos, todo lo que puedas observar y hacer es otro aprendizaje más.
Con este breve relato me despido, aún sabiendo que seguramente la próxima entrada será días antes de mi marcha a España, el día 2 del mes de abril.
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