lunes, 24 de mayo de 2010

ES UN JUEGO DE NIÑOS.

Miles de veces he escuchado esa palabra cuando hablo de algunas de mis aficiones o comento algo que me gustaría comprar (o recibir como regalo, por ejemplo).

Pues bien, no puedo dejar de crear esta entrada una vez he visto una nueva colección de juguetes de los que, desde aquí, me proclamo admiradora.

Desde toda la vida del señor soy fan del gran Super Mario Kart (y quien diga que ese juego no es adictivo y no es estupendo, miente vilmente). Pues bien, Mario Kart ahora cuenta con una línea de coches de carrera, y se dispone de cuatro modelos: Mario, Luigi, Yoshi y Bowser. Son radiocontrol (lo cuál es todavía más genial) y se mueven adelante y atrás, a la izquierda y a la derecha pudiendo acelerar y frenar (vamos, lo que es un radiocontrol de toda la vida).

Cada coche viene con doso cáscaras de plátano y con caparazones de tortuga (recordemos que eran las principales armas de este juego).



Yo quiero uno. Lo dejo caer para que quien lo lea se anime. Me da igual quién sea.


PD: Hay quien dirá que la entrada no tiene nada que ver. Pero, al fin y al cabo, esto sigue siendo tecnología y creación.

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